Valladolid a la Copa por la puerta grande

Pocos confiaban en el rendimiento de este equipo al principio de temporada. El presupuesto de los más bajos de la categoría y el nivel de los jugadores –la mayoría venían de LEB-, hacían augurar una temporada de sufrimiento por evitar el descenso.

La primera piedra por la salvación se puso en verano consiguiendo retener al alma mater del grupo, Fede Van Lacke. A partir de ahí se trabajó en mejorar las posiciones más flojas del año anterior. Se fortaleció el juego interior con un desconocido para la afición española, Marcus Slaughter, y un 4 abierto como Nacho Martín. Se mejoró el puesto de alero titular dándole la responsabilidad a Jason Robinson y se buscó un base de garantías que jugara 20 minutos, el preferido fue Maxi Stanic después de su gran temporada en Santiago.

El resto de jugadores que causaron alta fueron Millán López, Alex Reyes o Edu Ruiz y sirvieron para completar la plantilla.

Las riendas del equipo fueron confiadas de nuevo a Porfi Fisac tras cumplir el objetivo de la temporada anterior.

LA TEMPORADA DEL ÉXITO

El primer partido de liga se perdió 73-61 en casa del recién ascencido Menorca Basquet. Un resultado que mostró una carencia ofensiva importante. Van Lacke hizo valoración negativa y el equipo no consiguió pasar de los 45 de valoración en los 40 minutos reglamentarios. Una verdadera losa.

Sin embargo el equipo demostró su calidad y se repuso de forma notable consiguiendo anotarse la victoria en los 3 partidos siguientes, superando a Bizkaia Bilbao Basket, en un partido de David contra Goliat,ya que los vascos fueron de los equipos que más sacaron su billetera durante el verano. 68-60 y 3 ganados por 1 perdido en liga.

Después se cayó contra Lagun Aro en Illumbe y se aprovechó el factor campo para superar de forma consecutiva a dos grandes equipos; Joventut y Valencia. El equipo se situaba en puestos nobles con 5 ganados y 2 perdidos pero desde el cuerpo técnico se apelaba a la prudencia.

El punto de inflexión llegó el 19 de diciembre contra CAI Zaragoza. El equipo llegó a estar 20 puntos por abajo, pero con una demostración de pundonor logró llegar a remontar el partido. Al final varias acciones seguidas de Carlos Cabezas dieron el triunfo a los maños. Pero el último cuarto 19-27 dio alas a un equipo que confió en sus posibilidades de competir hasta el final contra todos los conjuntos.

Con un balance de 6 ganados y 6 perdidos, la clasificación para la Copa del Rey pasaba por ganar al menos 3 de los 5 partidos que restaban para acabar la primera vuelta.

Se consiguió la victoria en Granada 79-86 con 5 jugadores por encima de los 10 puntos anotados. Superando después a Gran Canaria con una gran segunda mitad 43-36, finalizando 73-70 y la pareja Van Lacke y Slaughter por encima de los 20 puntos de valoración.

Se jugó de nuevo de local, recibiendo esta vez a otro equipo fuerte como Cajasol. Tras dejar a los hombres de Joan Plaza en solo 28 puntos anotados en la segunda mitad se consiguió otra victoria de mérito 70-68. De nuevo el bloque fue fundamental con 4 jugadores por encima de los 14 puntos de valoración.

Con la visita a Fuenlabrada se aseguró de forma matemática la clasificación a la Copa del rey ganando a un equipo muy fuerte en su casa. Los 10 jugadores utilizados por Fisac anotaron, y todos valoraron positivo, 92 consiguió el equipo en su conjunto.

Con el excelente bagaje de 10 victorias y 6 derrotas se plantó Valladolid a jugar la jornada 17, última de la liga regular. Si conseguían la victoria y Power Electronics perdía se aseguraban ser cabezas de serie en el torneo del KO –por cierto, estoy en contra que haya cabezas de serie en este torneo porque pierde su esencia de emoción y sorpresa-.

Los pucelanos salieron hiper motivados y se “comieron” a los hombres de Ivanovic en el primer cuarto 26-20. ¿Quién dijo que Valladolid solo defendía? De nuevo la intensidad atrás dio una victoria histórica dejando a los vitorianos en 26 puntos en los últimos 20 minutos. Con el resultado final estalló la fiesta por el Pisuerga, 78-64 y de nuevo el EQUIPO en mayúsculas valorando 105 puntos por 56 de su rival de Euroliga. El super fichaje de Batista solo sumó 1 de valoración. No sabes cuánto me alegro Querejeta.

Todos los partidos

CARACTERÍSTICAS DE SU JUEGO

Valladolid es un auténtico equipo y no una suma de nombres. Basa su juego en la rotación de 10 jugadores que se reparten los minutos -26 el que más, 12 el que menos-, por lo que todos se saben importantes -4 jugadores por encima de 10 de valoración de media y otros 2 muy cerca- y conocen el rol que deben desempeñar.

Esta gran rotación les hace no tener problemas de faltas y llegar más frescos a los últimos minutos en los que suelen superar a los rivales y llevarse los finales apretados.

Este descanso también facilita que sus interiores consigan ganar la faceta reboteadora –tanto en ataque como en defensa- lo que les facilita el juego en transiciones de Slaughter, Robinson o Van Lacke como puntas de lanza.

Todo ello haciéndo del Polideportivo de Pisuerga un auténtico fortín dónde solo ha conocido la victoria el Regal Barcelona tras sufrir durante los 40 minutos.

No debemos olvidar que Valladolid consigue desequilibrar los partidos con su defensa individual fuerte –tercera de la competición con 70,47 puntos encajados- en la que tiene gran importancia la intimidación de sus interiores.

Esto les ha permitido ser el segundo mejor equipo en balones recuperados con algo más de 10 por partido, consiguiendo más puntos que el rival tras pérdida.

Si esto es poco, la prudencia es la constante en su trabajo y como dice su entrenador: "Tenemos que trabajar las cabezas para volver a lo que somos y para que todos sigamos remando en el mismo camino, que es lo que nos ha permitido llegar donde estamos ahora”. "El objetivo sigue siendo la permanencia".

LOS HÉROES DE LA HAZAÑA

Stephane Dumas: BASE 1,90. Primer base. Uno de los mejores asistentes de la competición. Bueno acabando en penetración. Tirador correcto.

Maxi Stanic: BASE. 1,78. Segundo base, aporta serenidad y equilibrio. Gran director de juego.

Federico Van Lacke: ESCOLTA. 1,91. Estrella del equipo. Referencia ofensiva exterior. Gran tirador. Buen penetrador. Defensor asfixiante. Cada año da un paso al frente en su juego.

Diego García: ESCOLTA. 1,90. Reserva de Van Lacke. Aporta intensidad a ambos lados de la pista. Gran velocidad. Algo irregular en su juego.

Isaac López: ESCOLTA. 1,96. Buen tirador. Muy inteligente leyendo a su defensor. Gran experiencia. Le falta explosividad en su juego. También juega de alero.

Jason Robinson: ALERO. 1,96. Es el “3” titular. Excelente atleta. Está demostrando ser un buen triplista, con uno de los mejores porcentajes de la competición. Muy rápido y gran primer paso. En defensa no falla ante los aleros altos rivales.

Marcus Slaughter: ALA-PÍVOT. 2,04. Excelente intimidador. Rápido, potente y explosivo. Máximo “dunker” de la competición. Buen desplazamiento lateral en defensa. Buen reboteador. Juega siempre interior.

Nacho Martín: ALA-PÍVOT. 2,05.Criado en la casa. Muy buena muñeca con la que abre las defensas. Este año además está jugando en ocasiones en la pintura. Es el contrapunto a Slaughter.

Eulis Báez: PÍVOT. 2,01. Interior atípico. Muy pequeño pero con gran cuerpo. Experiencia en su juego. Aporta intensidad en ambos lados de la pista. Difícil de superar por su lectura del juego. Muy inteligente, siempre sabe dónde estar.

Lamont Barnes: PÍVOT. 2.08. Un jugador muy veterano. Excelente taponador. Aporta solidez en defensa. Buen reboteador. Puede jugar de espaldas al aro.

Porfirio Fisac: ENTRENADOR. Quienes le conocen dicen de él que es un estudioso del juego. Cercano y exigente. Ha pasado por todas las categorías de la FEB. Es quién ha conseguido hacer funcionar a este grupo.

Texto: Sobre la Bocina

Fotos: ACB.com

Video: ACB.com