miércoles, 3 de noviembre de 2010

Artículo | El minibasket. ¿Formando jugadores o competidores?


La "competición" en el deporte de base es un tema controvertido que tiene alabanzas y críticas desde distintos sectores de la población.

Por ello me pregunto. ¿Es correcta la estructura competitiva existente actualmente en el minibasket?

Hay partidarios y detractores de la "competición" en el deporte de base (y a menudo los detractores lo acaban siendo del deporte en general). Para los primeros entre los cuales me incluyo, es un elemento más de formación y el momento para poner en juego los conocimientos adquiridos (técnicos, cognitivos o incluso tácticos). Asimismo de desarrollar los objetivos y por lo tanto inseparable del proceso de aprendizaje, siempre y cuando esté correctamente orientado, además de su importancia por la motivación que genera y la posibilidad de practicar aquello que se entrena en situaciones reales.

Para los detractores supone una serie de riesgos tales como el estrés que genera, la importancia sobredimensionada de la victoria y la presión para conseguir el éxito, cómo objetivo principal, acompañado de una especialización precoz, la falta de iniciativa personal, la aparición de conductas violentas o antisociales en el campo. Es decir, no ayuda a conseguir los objetivos educativos que se espera del deporte en esta primera etapa de iniciación.

La presión ejercida por padres y entrenadores sobre el joven deportista es uno de los principales motivos de abandono de la práctica deportiva.

Creo que no hay duda en que el baloncesto es un elemento importante en la socialización de los escolares, contribuyendo al desarrollo de la personalidad, poniendo en juego la afectividad y emotividad, estimulando la búsqueda de la excelencia o liberando energías. Pero estos contenidos no se desarrollan igual en todos los niños/as. Los efectos pueden repercutir positivamente o negativamente.

El reglamento de minibásquet desde su nacimiento recoge algunos principios y normas relacionadas con la conducta de los jugadores diferenciada respecto a la de los adultos: árbitro como amigo y educador, todos los jugadores deben jugar y estar en el banquillo, tolerancia de determinadas reglas para favorecer la continuidad del juego, mayor importancia a la progresión que a la victoria, fórmulas para minimizar el impacto del resultado, levantar la mano para reconocer las faltas, saludar al equipo contrario al iniciar y finalizar el encuentro, etc.

Lo peligroso, en mi opinión, es cuando los entrenadores buscamos metas ajenas a la educación deportiva y en valores, omitiendo dichas normas elementales y lógicas y siendo un ejemplo negativo para nuestros jugadores, que no nos olvidemos, nos tienen como referencia.
Así es como la "competición" puede viciarse y debemos entre todos poner de nuestra parte para no caer en este juego.


Texto: Modificado de "La competición en el deporte de base. ¿Eduación o perversión?" Ticó, J. INEFC – Universidad de Lleida
Foto: FEB.es

6 comentarios:

  1. Solo ver la pregunta me ofende. Pero ya no solo en minibásket, en cualquier categoría de formación y en todas aquellas categorías senior que no sean profesionales. Los valores sociales del baloncesto siempre deben primar sobre la competencia, cuyo uso es una mera herramienta para alcanzar los primeros. Quién no utilice este axioma no alcanza la descripción de técnico.

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  2. Yo estoy en mi primer año con el mini y no tengo claro hasta qué punto hay que darle nada, poca o regular importancia a la competición. Sólo tengo claro que mucha importancia nunca hay que darle, especialmente si no es una competencia sana, competir por llegar antes, por saltar más, por leer mejor, por afinar más la puntería, por ejecutar los gestos mejor que el rival. Esa competitividad no sólo es válida, sino que es sana e inherente al ser humano. De hecho creo que todos sabemos que si queremos que los chavales se lo pasen bien en los entrenamientos hay que meter ejercicios de competición. Luego, competición bien entendida, por supuestísimo.

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  3. @puertatras y @Juan Carlos García Gómez: En mi opinión la competición debe de canalizarse adecuadamente para lograr los objetivos previstos y además conseguir todos los beneficios que expliqué. Por ese siempre debe ser un medio y no un fín. This is the problem!.

    Un saludo a los dos y gracias por comentar.

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  4. Sin duda no es un tema fácil, pero en mi opinión en esas categorias estan para pasárselo bien y disfrutar del baloncesto, no para meterse presión con ganar. Claro que ganar es muy bonito, pero lo fudamental en esas categorias es aprender y pasárselo bien.

    Un saludo!

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  5. Mi principal preocupación con mi equipo de infantiles es encontrar el equilibrio entre trabajar los fundamentos del baloncesto y que ésto mismo no se les haga demasiado pesado.

    Me explico, creo que hay que trabajar los fundamentos básicos para que aprendan a jugar, pero al mismo tiempo tienen derecho a pasárselo bien, que en el fondo es de lo que se trata, de crear la necesidad de practicar una actividad en el tiempo de ocio de manera sana.

    Que les ayude en el día a día, a mejorar su autoestima, a relacionarse con sus compañeros, a desconectar de las matemáticas y la lengua, en definitiva, que les ayude a mejorar su calidad de vida.

    Si metemos demasiada presión a los niños lo único que vamos a conseguir es que abandonen la actividad, y creo que la principal tarea de un entrenador en estas categorías es lograr que el mayor número de niños posible sigan jugando al baloncesto en la siguiente categoría. Yo si consigo esto diré, coño, no lo he hecho tan mal.

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  6. @Lakers Planet: A todos nos gusta ganar, pero por eso comentaba que no puede ser a cualquier precio. Desde luego que hay que disfrutar, aprender y practicar baloncesto.

    Un saludo y gracias por comentar

    @ J-Bo: Te comprendo, a mi también me sucede. Sobre todo después de entrenar, valorando como ha ido el entrenamiento, si hubo algo que cambiaría, si dejé de corregir alguna acción o me pasé en castigar otras,etc..

    Creo que no es nada fácil encontrar la medidas justa en la iniciación.

    Creo que la meta que te marcas de que el máximo número de jugadores sigan jugando es perfectamente válida. Al fin y al cabo hay qur entrenar y "enganchar" a los niños al basket, si se apuntan los mismos al año siguiente es un éxito. Así año tras año es como se forman los jugadores que es al fín y al cabo lo que buscamos todos los entreandores.

    Un saludo y gracias por comentar

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