El juego de CAI Zaragoza esta temporada va por rachas, por momentos de inspiración. Cómo un velero en alta mar que vive de las ráfagas de aire a favor.
Los resultados hasta el momento hacían ver con buenos ojos este juego. Provechoso individualmente por cada jugador y enmascarable de los errores propios.
Los momentos de alianza con el triple daban vida al equipo. El excelente porcentaje del 43% hacía vivir de las rentas a los jugadores. La defensa podía tener fallos, no sucedía nada, en el ataque se anotaría desde 6,75.
Así fue día tras día. Cuando la marejada estaba tranquila se sacaban los partidos y cuando la tormenta -prevista por la entidad de los rivales- asolaba la nave rojilla, se apelaba a la humanidad del equipo, al objetivo de salvación.
Y así varias veces como digo. Y no estaba mal. Los resultados eran buenos… pero el naufragio se veía previsible. Y lo que es peor, próximo.
Contra Estudiantes –partido marcado en el calendario- se logró capear el temporal con los patrones citados. Inspiración ofensiva y cubos de arena para tapar los errores defensivos. Las bajas colegiales ayudaron a ello.
Pero hoy contra Menorca sonaron los tambores de guerra. De nuevo el primer cuarto fue desastroso. 19-11 para los isleños. El jugador rojillo más valorado en ese tiempo fue Riera. Aquel que cuenta tan poco para el entrenador. Con eso digo todo.
El equipo apeló de nuevo al triple, pero hoy la pólvora estaba mojada o quizás cansada*. Solo 3/22 para un 14% de acierto. El juego fue demasiado individualista, carente de una buena circulación. Precipitado. Y en defensa… imaginaros.
El equipo se puso en una zonal 2-3 bastantes minutos que se convirtió en una primera línea frágil. La delgada línea roja. Y cuándo los rivales sobrepasan esta línea ya se sabe lo que pasa...
Esta defensa que basa su poderío en el poder de la pintura cerrando la zona dejó recibir a los interiores de Menorca. Jugaron para ellos y anotaron con relativa facilidad.
Un verdadero agujero que esta vez no se pudo tapar con el acierto ofensivo.
La noticia positiva fue que se sigue a dos victorias del descenso.
Ahora toca corregir los errores y sentar las bases de una mejoría defensiva contra el Madrid. Será difícil sacar un resultado favorable de su pista, pero sería un gran paso asentar unas líneas maestras defensivas que nos ayudaran contra Valladolid, en otra batalla crucial para la supervivencia en ACB, y esta vez contando con el timonel Carlos Cabezas, verdadero estandarte contra equipos de este tipo.
El calendario juega a nuestro favor, los grandes rivales ya han pasado y en la segunda vuelta se recibe a Menorca, Alicante y Manresa. Partidos que podrían dejar para los perdedores restos de naufragio.
*PD: Jugadores y cuerpo técnico del CAI Zaragoza fueron parte de esas 150.000 personas afectadas por el caos aéreo. José Luis Abós, entrenador del equipo, dijo en rueda de prensa: “el partido estuvo adulterado”.
Según la normativa ACB los equipos deben viajar el día anterior para disputar sus encuentros, se trata de un artículo federativo sin apelativos que no ha podido disfrutar el equipo rojillo, ya que no se les dio opción de jugar mañana. Con el consiguiente “madrugón” de levantarse a las 6 de la mañana para coger el avión. La opción de ferry se barajó pero no había en la fecha concreta.
¿Cuántos equipos han visto esta jornada alterados sus hábitos de sueño y comidas como el CAI Zaragoza? ¿Y el stress acumulado?
¿Saben en Federación de los efectos investigados que conlleva el Jet Lag?
Los resultados hasta el momento hacían ver con buenos ojos este juego. Provechoso individualmente por cada jugador y enmascarable de los errores propios.
Los momentos de alianza con el triple daban vida al equipo. El excelente porcentaje del 43% hacía vivir de las rentas a los jugadores. La defensa podía tener fallos, no sucedía nada, en el ataque se anotaría desde 6,75.
Así fue día tras día. Cuando la marejada estaba tranquila se sacaban los partidos y cuando la tormenta -prevista por la entidad de los rivales- asolaba la nave rojilla, se apelaba a la humanidad del equipo, al objetivo de salvación.
Y así varias veces como digo. Y no estaba mal. Los resultados eran buenos… pero el naufragio se veía previsible. Y lo que es peor, próximo.
Contra Estudiantes –partido marcado en el calendario- se logró capear el temporal con los patrones citados. Inspiración ofensiva y cubos de arena para tapar los errores defensivos. Las bajas colegiales ayudaron a ello.
Pero hoy contra Menorca sonaron los tambores de guerra. De nuevo el primer cuarto fue desastroso. 19-11 para los isleños. El jugador rojillo más valorado en ese tiempo fue Riera. Aquel que cuenta tan poco para el entrenador. Con eso digo todo.
El equipo apeló de nuevo al triple, pero hoy la pólvora estaba mojada o quizás cansada*. Solo 3/22 para un 14% de acierto. El juego fue demasiado individualista, carente de una buena circulación. Precipitado. Y en defensa… imaginaros.
El equipo se puso en una zonal 2-3 bastantes minutos que se convirtió en una primera línea frágil. La delgada línea roja. Y cuándo los rivales sobrepasan esta línea ya se sabe lo que pasa...
Esta defensa que basa su poderío en el poder de la pintura cerrando la zona dejó recibir a los interiores de Menorca. Jugaron para ellos y anotaron con relativa facilidad.
Un verdadero agujero que esta vez no se pudo tapar con el acierto ofensivo.
La noticia positiva fue que se sigue a dos victorias del descenso.
Ahora toca corregir los errores y sentar las bases de una mejoría defensiva contra el Madrid. Será difícil sacar un resultado favorable de su pista, pero sería un gran paso asentar unas líneas maestras defensivas que nos ayudaran contra Valladolid, en otra batalla crucial para la supervivencia en ACB, y esta vez contando con el timonel Carlos Cabezas, verdadero estandarte contra equipos de este tipo.
El calendario juega a nuestro favor, los grandes rivales ya han pasado y en la segunda vuelta se recibe a Menorca, Alicante y Manresa. Partidos que podrían dejar para los perdedores restos de naufragio.
*PD: Jugadores y cuerpo técnico del CAI Zaragoza fueron parte de esas 150.000 personas afectadas por el caos aéreo. José Luis Abós, entrenador del equipo, dijo en rueda de prensa: “el partido estuvo adulterado”.
Según la normativa ACB los equipos deben viajar el día anterior para disputar sus encuentros, se trata de un artículo federativo sin apelativos que no ha podido disfrutar el equipo rojillo, ya que no se les dio opción de jugar mañana. Con el consiguiente “madrugón” de levantarse a las 6 de la mañana para coger el avión. La opción de ferry se barajó pero no había en la fecha concreta.
¿Cuántos equipos han visto esta jornada alterados sus hábitos de sueño y comidas como el CAI Zaragoza? ¿Y el stress acumulado?
¿Saben en Federación de los efectos investigados que conlleva el Jet Lag?
Texto: Sobre la Bocina
Fotos: Google.images
No hay comentarios:
Publicar un comentario